Una amiga me pidió hace un tiempo mi opinión sobre el color naranja para hacer un trabajo. Me resultó curioso, nunca me había parado a pensarlo. Aquí os lo dejo.
"El color naranja me recuerda a las paredes esquizofrénicas de mi habitación. No estoy hablando de un naranja melocotón. Estoy hablando de una naranja mandarina al máximo de saturación.
El color naranja me recuerda a esas tardes de estudio sin poder concentrarme y a la necesidad de irme al cuarto de al lado pintado de blanco. El color naranja es azufre, es manos mojadas de jugo, es verano, es sol, es piel quemada y aftersun Delial. El color naranja es frescor y al mismo tiempo una sensación de que se impulsan las pulsaciones más rápido de la cuenta. Es la bebida del desayuno con los ojos aún pegados, son mis sábanas de mariposas. Son las paredes esquizofrénicas de mi habitación ahora pintada de gris."
No sé exactamente cuál fue la razón que me impulsó a crear este blog, o quizá si la sepa y pretenda huir de ella.

lunes, 24 de marzo de 2014
lunes, 3 de marzo de 2014
Comisuras invertidas.
"Amiga mía, llenarte los bolsillos de guerras ganadas,
de sueños e ilusiones renovadas."
Me cuentan que te han visto mendigando cariño. Hasta tus ojos se tornan ahora grises.
Tantos años sin verte y esta tarde te he sentido tan fuerte. Cuántos de los abrazos que he dado habrían sido mucho más largos si hubiese sabido que la próxima vez que vería a las personas que los recibían estarían más cambiadas por dentro que por fuera. Más rotas, sin esquemas.
Hoy te voy a dedicar unas líneas, amiga. Y probablemente me esté engañando al pensar que lo hago para apoyarte, cuando lo que realmente estoy intentando es limpiarme la conciencia por tener tanta suerte, para no sentirme culpable por no haber tenido que llorar toda el agua del mar. Un mar en el que hace mucho tiempo que tú ya podrías haberte bañado.
No sé cómo hacerte llegar ésto. Tengo unas ganas locas de escribirte una canción que te ayude de algún modo, pero no sé. Qué fácil sería regalarte una brújula, que te señalase el norte. Al fin y al cabo, todos hemos estado perdidos alguna vez.
Apuesto a que cuando alguien te dice que la vida es bonita, tu respuesta no es otra que una sonrisa irónica, una sonrisa irónica y triste, de comisuras invertidas. Con sólo 20 años ya has pasado más de lo que pasará mucha gente en 30 vidas. Hay que ver... Un vida tan triste, para una cara tan bonita.
Me encantaría tenerte ahora mismo a mi lado. No entiendo cómo puede ser que sea yo la que te necesite, cómo puedo ser yo la que esté llorando. Necesito tenerte en frente y decirte que todo va a salir bien, que no se puede olvidar el pasado, pero que no podemos dejar que nos arruine el futuro, que eres fuerte, que eres jodidamente fuerte, y que puedes con todo lo que te echen. Porque lo has demostrado. Que es muy fácil perderse, y que es más fácil aún caer en personas nocivas que no te ayudan a encontrarte. Pero que estoy aquí, y que aunque lleve más años sin verte de los que probablemente recuerde, ahora mismo siento como si te hubiese visto todos los días, y que me siento tan perdida como tú. La cuestión es que yo sabría que lo estoy.
Quizá te has dejado arrastrar por alguien que ha llorado más que tú, que está más perdida aún, si es que eso es posible y, por supuesto que no es justo que tú tengas que cargar con sus fantasmas, pero, entiende que, si para ti es difícil, no quiero imaginar lo que siente ella cuando duerme. Cuando lo consigue.
¿Sabes? Llevo dos días inventándote una vida nueva. Más bien, imaginándome cómo habría sido tu vida si el destino no hubiese sido tan puto contigo. Unos estudios, ese piercing en el ombligo del que me hablaste, un novio con moto, pero sin antecedentes, unos domingos comiendo en casa de tu padre, y el resto de la semana discusiones tontas con tu madre. Incluso hasta le podrías prestar la ropa a Chantalle, aunque con lo coqueta que eres, dudo que lo hicieras. No sé, quizá suena típico, pero creo que está bastante bien. A veces las cosas sencillas son las mejores.
Pues ésta es la vida que yo te pinto. Y ojalá estuviese en mi mano que la hubieses tenido. Que no hubieses tenido que llorar tanto.
Sigo queriendo decirte muchas más cosas, pero son sensaciones que no logro acotar con vocabulario. Sólo se transmiten con abrazos.
Hay gente que te quiere. No te olvides de eso. No te pierdas más, por favor.
de sueños e ilusiones renovadas."
Me cuentan que te han visto mendigando cariño. Hasta tus ojos se tornan ahora grises.
Tantos años sin verte y esta tarde te he sentido tan fuerte. Cuántos de los abrazos que he dado habrían sido mucho más largos si hubiese sabido que la próxima vez que vería a las personas que los recibían estarían más cambiadas por dentro que por fuera. Más rotas, sin esquemas.
Hoy te voy a dedicar unas líneas, amiga. Y probablemente me esté engañando al pensar que lo hago para apoyarte, cuando lo que realmente estoy intentando es limpiarme la conciencia por tener tanta suerte, para no sentirme culpable por no haber tenido que llorar toda el agua del mar. Un mar en el que hace mucho tiempo que tú ya podrías haberte bañado.
No sé cómo hacerte llegar ésto. Tengo unas ganas locas de escribirte una canción que te ayude de algún modo, pero no sé. Qué fácil sería regalarte una brújula, que te señalase el norte. Al fin y al cabo, todos hemos estado perdidos alguna vez.
Apuesto a que cuando alguien te dice que la vida es bonita, tu respuesta no es otra que una sonrisa irónica, una sonrisa irónica y triste, de comisuras invertidas. Con sólo 20 años ya has pasado más de lo que pasará mucha gente en 30 vidas. Hay que ver... Un vida tan triste, para una cara tan bonita.
Me encantaría tenerte ahora mismo a mi lado. No entiendo cómo puede ser que sea yo la que te necesite, cómo puedo ser yo la que esté llorando. Necesito tenerte en frente y decirte que todo va a salir bien, que no se puede olvidar el pasado, pero que no podemos dejar que nos arruine el futuro, que eres fuerte, que eres jodidamente fuerte, y que puedes con todo lo que te echen. Porque lo has demostrado. Que es muy fácil perderse, y que es más fácil aún caer en personas nocivas que no te ayudan a encontrarte. Pero que estoy aquí, y que aunque lleve más años sin verte de los que probablemente recuerde, ahora mismo siento como si te hubiese visto todos los días, y que me siento tan perdida como tú. La cuestión es que yo sabría que lo estoy.
Quizá te has dejado arrastrar por alguien que ha llorado más que tú, que está más perdida aún, si es que eso es posible y, por supuesto que no es justo que tú tengas que cargar con sus fantasmas, pero, entiende que, si para ti es difícil, no quiero imaginar lo que siente ella cuando duerme. Cuando lo consigue.
¿Sabes? Llevo dos días inventándote una vida nueva. Más bien, imaginándome cómo habría sido tu vida si el destino no hubiese sido tan puto contigo. Unos estudios, ese piercing en el ombligo del que me hablaste, un novio con moto, pero sin antecedentes, unos domingos comiendo en casa de tu padre, y el resto de la semana discusiones tontas con tu madre. Incluso hasta le podrías prestar la ropa a Chantalle, aunque con lo coqueta que eres, dudo que lo hicieras. No sé, quizá suena típico, pero creo que está bastante bien. A veces las cosas sencillas son las mejores.
Pues ésta es la vida que yo te pinto. Y ojalá estuviese en mi mano que la hubieses tenido. Que no hubieses tenido que llorar tanto.
Sigo queriendo decirte muchas más cosas, pero son sensaciones que no logro acotar con vocabulario. Sólo se transmiten con abrazos.
Hay gente que te quiere. No te olvides de eso. No te pierdas más, por favor.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)