Hace cuestión de un par de meses le dije a alguien que hay que ser fuerte en los peores momentos, cuando las cosas se tornan difíciles y contrarias a nuestras ideas previas, cuando quedan pocas ganas de echarle un pulso al mundo y quitarse el polvo del suelo del trasero.
Ahí es cuando hay que echarle ganas, no cuándo las cosas parecen sacadas de una confitería y todo sucede como queremos.
Hay que saber controlar las ganas de llorar y de tirar todo por la borda, y sustituir esa mentalidad destructiva por el "callar bocas", y qué mejor modo de hacerlo que demostrar a la gente que se equivoca.
No sé exactamente cuál fue la razón que me impulsó a crear este blog, o quizá si la sepa y pretenda huir de ella.

martes, 20 de diciembre de 2011
viernes, 9 de diciembre de 2011
Cambios.
Dí porqué por mucho que me esfuerce, no voy a cansarme de mirarte.
Quizá las cosas hayan cambiado, y si que me haya cansado de mirarte, o de querer mirarte y morirme esperando.
Puedes seguir perdido y no volver, que ya no voy a esperar ni a tratar de rescatarte.
Quizá las cosas hayan cambiado, y si que me haya cansado de mirarte, o de querer mirarte y morirme esperando.
Puedes seguir perdido y no volver, que ya no voy a esperar ni a tratar de rescatarte.
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