En días como estos es cuando me doy cuenta de la mierda que llevo dentro.
Y no sé si es poque espero a que llueva para que el agua limpie mi alma al igual que hace con las calles o si es porque me contagio de ese estado melancólico de las nubes.
Me dejo llevar por hilo que teje las aceras de la calle y llego a conclusiones absurdas y desparejadas que dejan de lado todos mis esquemas y tiran por la borda aquél concepto que tenía de que todo es cuestión de simetría.
Claro, Drew. No es posible mantener los esquemas cuando descubres que no hay dos gotas iguales. Y quizá es bueno que así sea, como es bueno sentirse purificada con la lluvia, melancólica, o ...bailar bajo la lluvia. Y no estás sucia. Es solo hojarasca que fíjate bien lo poca resistencia que opone a una buen manguerazo de lluvia.
ResponderEliminarPero me perturba pensar las millones de gotas de agua diferentes que hay, tantas posibilidades y esquemas y resúmenes rotos. Y a pesar de eso, que bien que sienta ese manguerazo de lluvia!
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